Carlos Zamarriego, de casa El Rollizo, se lleva los primeros aplausos del festival

El dramaturgo conquistó al público con el texto de su obra y con su apego hacia la localidad de la que proceden sus antepasados.

Los primeros aplausos del XXII Festival Internacional de la Oralidad ‘Villa de Robres’ se los llevó este pasado sábado el dramaturgo Carlos Zamarriego, natural de Madrid, en la que fue su segunda visita al municipio monegrino en poco más de un mes. Al público, le gustó la representación de una de sus últimas obras, ‘Al final no voy a cenar’, que abrió el certamen, y en especial, su reciente apego hacia este municipio, del que procede una parte de su familia. 

Frente a los asistentes, y acompañado del director del festival, Luis Manuel Casáus, y del alcalde de la población, Álvaro Domec, Zamarriego habló con admiración de su bisabuela, Mariana Abardía, natural de Robres, que fue la última de los nueve hijos del matrimonio formado por Mariano Abardía, el Rollizo, y Teresa Ortiz. Y, además, reconoció que visitar el municipio, le ha ayudado a entender mejor la «capacidad de resiliencia» de una mujer que sacó adelante sola y en plena posguerra a sus hijos. Su longevidad -llegó a cumplir 99 años- le permitió convivir con ella hasta su adolescencia. 

Carlos Zamarriego, junto al alcalde de Robres, Álvaro Domec, y el director del festival, Luis Manuel Casáus.

Para Zamarriego, su participación en el festival «cierra el círculo» de un camino que comenzó a recorrer durante la pandemia y que le llevó a visitar la localidad a finales del pasado mes de mayo. Antes, entre otros, contactó con el antropólogo y etnólogo Ángel Gari, hijo de Ángel Gari Larroy y Teresina Lacruz Abardía, cuyos antepasados están vinculados al mismo municipio. Precisamente, el estudioso estuvo este sábado entre el público que llenó el parque de San Blas. 

Ante ellos, Zamarriego presentó uno de sus últimos trabajos, ‘Al final no voy a cenar’, una comedia de humor negro y carácter existencialista, que fue interpretada por dos rodados actores, Daniel Rimón y Edgar Costas. La obra, que está apunto de desembarcar en el Teatro Lara de Madrid, cuenta la historia de un hombre que es secuestrado por otro y cuya única salida es que alguien llame por teléfono y diga ‘Al final no voy a cenar’. Para ello, dispone de una hora, justo lo que dura la representación, que se desarrolla en tiempo real.

Un momento de la representación de la obra teatral.

Los actores y en especial, el autor del texto, Carlos Zamarriego, se llevaron la felicitación de los asistentes. Y no solo eso. El dramaturgo compartió charla y abrazos con muchos de los vecinos del municipio, repitiendo la buena acogida que ya tuvo en su primera visita y que seguramente le llevará a repetir destino. 

Por delante, restan otras cuatro representaciones dentro del XXII Festival Internacional de la Oralidad Villa de Robres. La siguiente tendrá lugar el siguiente sábado, 15 de julio, de la mano del grupo Génesis Teatro, de Fraga, que acaba de cumplir 50 años y que pondrá en escena la comedia ‘Invisibles’. Será a las 22.30 horas en el parque de San Blas.  

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