El público sigue disfrutando de cada representación teatral.
Un verano más, una noche más, la villa de Robres convierte su emblemático parque de San Blas en un espacio donde lo visible y lo invisible, lo simbólico y lo tangible, se ve difuminado por el Festival Internacional de la Oralidad. El certamen, que arrancó el pasado 8 de julio y que culminará el 4 de agosto, sigue atrayendo a numerosos amantes del teatro.
«¡Antonia!». A través de ese llamado, que sirvió para retratar a un hombre rudo y exigente, incapaz de ofrecer verdadero amor, arrancó la noche de este sábado la obra ‘Quiéreme… o me mato’ de la compañía turolense Nimú de Lui. El cartel de la comedia recordaba a cualquiera de los famosos y premiados pósteres de las películas de Pedro Almodóvar.
Los espectadores comenzaron a llegar media hora antes del comienzo. Algunos pasaron por taquilla para comprar su entrada por 8 euros. Otros, más cautos, ya la habían adquirido de forma anticipada por 6.
La directora de Nimú de Lui, Rosa Lasierra, explicó que era su primera vez en el festival de Robres. La compañía tan solo lleva dos años en funcionamiento. Según dijo, «trabajar en el mundo rural es emocionante y estimulante, ya que la audiencia se siente más agradecida y acogedora que en las ciudades».
Los murmullos entre el público se silenciaron cuando el director del festival, Luis Manuel Casáus, tomó la palabra y presentó a la compañía, con especial mención hacia su directora, a la que describió como «la mejor actriz de Aragón».
Comenzó a sonar música italiana y el parque quedó sumido en la oscuridad. Y, tras ello, ese llamado: «¡Antonia!». Al que siguió más de una hora de representación, marcada por la comedia, sí, pero con un importante trasfondo. De hecho, su directora anticipó: «el público será transportado a una situación en la que el machismo, de nuevo, será el protagonista», junto a la batalla de una mujer, que está sumida en un matrimonio tradicional y que será la encargada de cambiar el argumento.
Este año, la fiesta del teatro comenzó el pasado 8 de julio, con la representación de la obra ‘Al final no voy a cenar’ de Carlos Zamarriego, protagonizada por Edgar Costas y Daniel Rimón. Un secuestro sin explicación ni sentido que provocaron las carcajadas y la reflexión de los espectadores.
Tras ello, el 15 de julio, llegó el turno de la compañía aragonesa Génesis Teatro con su obra ‘Invisibles’, ambientada en 1977, mientras se celebraban las primeras elecciones democráticas en España tras la dictadura franquista.Y, por último, la pasada semana el público disfrutó de una coproducción de La Otra Parte Teatro y el Teatro de Robres con la obra de Adolfo Marsillach ‘Yo me bajo en la próxima ¿y usted?’. Otra comedia romántica con encuentros y desencuentros, matrimonios y fracasos, todo ello enmarcado en el metro de Madrid.
Todas ellas pertenecientes al género de comedia que, como afirma el director del Festival Internacional de Oralidad, Luis Manuel Casáus, consigue llenar todas las localidades semana tras semana.
La comedia está siendo la piedra angular de esta edición, y, por cómo se han agotado las entradas de todas las obras ya representadas en el pueblo monegrino, parece que no ha dejado a nadie indiferente. Lo que comenzó siendo un espacio para llenar esas horas muertas entre las sesiones de baile de las orquestas en las fiestas de agosto de Robres, se ha convertido en uno de los actos más esperados del verano.
También, por ello, ha debido cambiar el objetivo, así lo cuenta Casaus, quién, explica que «la importancia de llenar de magia y cultura el medio rural y hacer crecer la afición al teatro se ha convertido en el primer objetivo de nuestro trabajo, mediante el esfuerzo y el trabajo de traer obras de calidad que transmitan esa magia y esa emoción que es, al fin y al cabo, lo que define al teatro».
Álvaro Domec, alcalde de Robres, también asistió a esta obra de teatro y, al final de la actuación, subió al escenario para agradecer tanto a la directora, como a sus protagonistas, su visita mediante un obsequio. El joven alcalde no dudó en afirmar que este festival «proporciona al pueblo una gran riqueza tanto turística como cultural de la que me siento muy orgulloso y, espero, pueda conservarse durante mucho tiempo».
Para ponerle el broche de oro a esta XXII edición del Festival Internacional de la Oralidad de Robres, el próximo viernes 4 de agosto se presentará el programa ‘Lorca eterno’ dirigido por Luis Manuel Casáus. Para él, confesó, es su acontecimiento más esperado. El teatro de Robres lleva muchos meses trabajando y dando forma a este programa en el que los visitantes y amantes del teatro podrán conocer en profundidad la obra del poeta Federico García Lorca. Serán 18 las personas que estarán encima del escenario la próxima semana.
El próximo viernes, en Robres estarán presentes las obras más famosas del dramaturgo, como ‘El Romancero Gitano’, ‘Poeta del Cante Jondo’, ‘Canciones’ o ‘Poeta en Nueva York’, acompañadas de la música de Antolín Santolaria, José Bellosta, Alba Losilla y el artista invitado Santos Giménez junto a su guitarra flamenca.
Casáus y Domec esperan que para la XXIII edición del Festival, el parque de San Blas, aunque ha sido un lugar acogedor y muy especial para la villa y para el teatro, pase a la historia, con la construcción de un nuevo sitio denominado ‘Corral de comedias’ Robres espera unificar ahí su pasión por el teatro y la cultura tanto para este festival, como para los que estén por venir.
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